Probabilidad, realidad y estupidez

31 enero, 2019

Hola a tod@s:

Recordareis que hace muy poquito, un satélite de la NASA (el UARS) se estrelló en el Pacífico Sur sin causar daños personales. Muy recientemente, en esta misma semana, la historia se ha repetido con el satélite alemán RoSat. El caso es que, durante los días previos a las reentradas en la atmósfera de estos bichos, se especulaba sobre cual era la probabilidad de que alguno de los fragmentos nos impactase en nuestra bonita cabeza. Las autoridades Chilenas ayudadas de otros expertos internacionales, que esperaban la caída del UARS frente a sus costas, fijaron el número en 1 probabilidad entre 3200 (un 0,03%), y lo propio hicimos los europeos, para cifrar la probabilidad de que el RoSat nos estropease el día (o la vida) a los ciudadanos de la península ibérica, cifrando la probabilidad en un 0,7%. Aclarar que en este último caso, dicha probabilidad reflejaba solo la posibilidad de impacto contra territorio español, y no contra la población. (¿Menos mal?)

Quizá muchos de vosotros respirasteis aliviados al descubrir lo baja que era la probabilidad de que un fragmento de escombro metálico de 1700 Kg de peso y del tamaño aproximado de un autobús os pulverizase al impactar con vuestro cuerpo a una velocidad superior a 20000 Km/h. Pero a mi, este hecho me hizo plantearme muy seriamente el mundo tan disparatado en el que nos ha tocado vivir. Y es que, para los que nos esteis familiarizados con temas de probabilidad, quizá un 0,03% os parezca algo cercano a lo imposible, pero nada más lejos.

Para que podáis comparar, he decidido hacerlo con la probabilidad de un suceso con el que solemos fantasear de forma cotidiana: ganar en las loterías. ¿A priori que dirías? ¿Qué es más fácil? ¿Autobús caído del cielo o premio en un sorteo? Y aunque ahora esteis dudando de cual es la respuesta correcta...Maldita sea! ¿Cuál debería ser si viviésemos en un mundo "normal"?

En cualquier caso, ahí van las probabilidades de ganar en las principales loterías que todos conoceréis:

- La Primtiva: 1 entre 13.983.816 (un 0,00000715%)

- El Gordo: 1 entre 31.625.100 (un 0,00000316%)

- La Quiniela: 1 entre 4.782.969 (un 0,00002091%)

- Euromillones: 1 entre 116.531.800 (un 0,00000086%)

¿No es descorazonador que durante este fin de semana pasado, la probabilidad de morir desintegrado por un satélite fuera más de 36000 veces superior a la de ganar el euromillón? ¿Es esto comprensible? ¿Este es el mundo ordenado donde todo sucede por un "por qué" y con un "cómo"? Para mi, resulta evidente que, si bien las leyes físicas y matemáticas (las que escribió Dios, según algunos) son capaces de describir y predecir con gran exactitud el funcionamiento de la materia y la energía que conforman todo nuestro universo, no funcionan en absoluto cuando intentamos explicar el funcionamiento de nuestra vida cotidiana. Esto es así porque, además de estar sometidos a los caprichos de la madre naturaleza, lo estamos también a la estupidez humana.

Y una vez expuestos a ella, la estupidez se apoderará también de nosotros hasta tal punto, que nos parecerá razonable vivir en un mundo en el que un satélite descontrolado pueda caernos en la cabeza mientras tengamos la opción de ganar en un juego imposible.

Un tonto, siempre encuentra a alguien más tonto que le dé la razón. Y no se como lo han hecho, pero nuestros "líderes" nos han encontrado a nosotros.

Un saludo a todos.

Berto.